Extranjeras en El Salvador

Conoce encantadoras historias de mujeres de otros países que han encontrado su segundo hogar en El Salvador.

CHILE Claudia Kattán Benavente “Mi familia y yo amamos El Salvador”

Llega con sus padres en 1982, con la Guerra Civil en pleno auge. Desde muy pequeña conoció El Salvador pues con frecuencia viajaba para visitar a la familia.

Recuerda que a su llegada se vivían tiempos difíciles, en 1989 -cuando su hijo mayor tenía un año- fueron tomados como rehenes por casi 40 horas, cuando la guerrilla trataba de tomarse el hotel Sheraton. Después de este episodio la familia decide enviar a mujeres y niños para Chile en su intento por protegerles del peligro que se vivía, pero Claudia sabía que su lugar estaba junto a su esposo por lo que a los dos meses regresa.

Después de 32 años de vivir en este país Claudia dice sentirse tan salvadoreña como chilena. “Aunque uno siempre añora su país y la familia sabe al final que la vida está aquí, mi familia y yo amamos El Salvador, somos de dos culturas, y para mí es tan emocionante escuchar el himno nacional de El Salvador como escuchar el de Chile”, dice.

Toda su vida Claudia se ha dedicado a los negocios familiares, aunque su nostalgia por la comida chilena también la ha llevado a especializarse en la cocina, ahora ofrece banquetes para eventos corporativos y sociales con esta especialidad. Está casada con un chileno a quien conoció en El Salvador y tiene dos hijos.