Extranjeras en El Salvador

Conoce encantadoras historias de mujeres de otros países que han encontrado su segundo hogar en El Salvador.

ITALIA Marina Rosagni “Desde el primer momento me enamoré del país”

Nació en Génova, la ciudad del viento. Llegó a El Salvador en 1975 después del paso del huracán Fifi. Se casó en Italia con un salvadoreño que cursaba sus estudios en aquel país. A su llegada a El Salvador el “click” fue inmediato, su naturaleza y clima la conquistaron.

Toda su vida se ha dedicado a la enseñanza. A los pocos meses de radicar en el país aprendió el español y trabaja en un kinder, luego da clases de italiano en la Universidad Nacional de El Salvador. En el año 2000, Marina se incorpora como maestra en la Assitenza Italiana, y se desempeña como presidenta de la Asociación Benéfica de Damas Italianas. En su tiempo libre disfruta de prácticas como el tai chi, la lectura, el teatro, las exposiciones de arte, la compañía de sus tres hijos y los juegos con sus nietos.

“Recuerdo a mi llegada, en 15 días me llevaron a recorrerlo todo. Hoy ha cambiado mucho, y para ser honesta, lo prefiero como era hace cuarenta años, más natural, menos caos, menos tráfico. Estoy fascinada con el clima de El Salvador. Desde el primer momento me enamoré de El Salvador.

Mucha gente me pregunta por qué sigo aquí cuando muchos se quieren ir, pero creo que mi misión en la vida es dar a conocer la cultura y la historia de Italia a un pueblo que me adoptó hace muchos años”, concluye.