Extranjeras en El Salvador

Conoce encantadoras historias de mujeres de otros países que han encontrado su segundo hogar en El Salvador.

JAPON Yoko Shoichi “Extraño la cocina japonesa”

Es originaria de la ciudad Tono en la provincia de Iwate. Vino a El Salvador con su esposo hace 20 años. Es misionera voluntaria de la Fundación de mujeres para la paz mundial. En ese entonces llegó con nueve mujeres más, solo ella permanece aquí. Aunque ha conocido muchas otras que han llegado de paso.

Su primera impresión al llegar a El Salvador es que era como Japón hacía 30 años, la gente muy cercana, las calles poco organizadas, se sorprende que de forma rápida cambió mucho, con una infraestructura diferente, edificios imponentes, muchos carros.

Yuko extraña enormemente el estilo de vida del campesino en Japón, donde todos se conocían, entre los vecinos “ahora no es así allá, por eso básicamente hemos adaptado el estilo de vida coreano, que mantiene cierta tradición ideal para desarrollar nuestros programas de Sexo Inteligente y educación para la familia”, explica.

Reconoce que extraña mucho la cocina japonesa y explica que es muy difícil realizarla por los ingredientes, por lo que en general consumen comida oriental. “No puedo cocinar la comida salvadoreña, pero me gusta y la preparan en casa”.